Las áreas de cortafuegos crean discontinuidades en los bosques para impedir o dificultar el paso del fuego de un lado al otro de la franja. Su anchura se determina en función de la meteorología de la zona, del tipo de vegetación y de la pendiente. La actuación sobre el medio vegetal, debe ser paulatina para que el impacto ecológico sea menor, eliminando árboles y un porcentaje de arbusto o matorral haciendo un desbroce selectivo.